— Pase lo que pase, no olvides que te quiero —susurró Jon.
Emily odiaba las despedidas, especialmente cuando la persona que se marchaba era una de las más importantes de su vida. No quería verlo partir, así de egoísta era ella. Sabía que la guerra aún estaba empezando y que los rebeldes necesitaban a una persona que tuviera conocimiento de todos los puntos débiles de la Compañía. Y, para desgracia de ella, esa persona era Jon. Quería implorarle que se quedara con ella, confesar que sin él a su lado no sería capaz de subsistir ante tal masacre. Él le besó la mejilla mientras las lágrimas de Emily se escabullían de sus acristalados ojos azules.
— Ten cuidado —balbuceó.
Jon procuró sonreír, pretendiendo que la despedida fuera menos amarga. Dejarla allí, en aquellos tiempos bañados de tinieblas, no era lo que más le agradaba. Se alejó, dirigiéndose a Naivini con la cabeza en alto, con el desolador recuerdo de aquel amor no correspondido que se quedaba indefenso en la fría guerra.
Acaeció que, pasados los minutos y con Jon lejos de allí, el álgido corazón de Emily dejó de latir. Su cuerpo quedaría enterrado entre la nevisca de aquel tormentoso invierno.
Las guerras no sólo acaban con la vida de las personas, las separa y desfragmenta corazones. Es triste, muy triste que por el bien común uno deba sacrificar tanto. No es justo, pero en la guerra no existe la justicia.
ResponderEliminar=) Le pones sentimiento y eso me gusta.
Jooo que triste y bonito a la vez!
ResponderEliminarEscribes genial de verdad :)
Un besito
Mimí
Que despedida más triste. Pobre Emily... (y pobre, pobre Jon)
ResponderEliminarLos pelos de punta... ¡Qué triste y hermoso a la vez!
ResponderEliminarBesitoss =)
Que triste, tanto por Jon como por Emily!
ResponderEliminarGracias por pasarte por mi blog cariño *-*
La verdad es que Dimitri si, ama mucho su profesión, pero si le sigues el hilo, más adelante terminará sorprendiéndote con la revelación de sus sentimientos.
Saludos, y gracias nuevamente (:
PD: Te sigo c:
Muy triste y bonito a la vez :)
ResponderEliminarTe sigo ^^
Las despedidas son horribles u.u
ResponderEliminarSaludos bonita, cuidate.
que horrible es dcir adios!
ResponderEliminarun besote bonita!
Las despedidas son horribles y mas si te despides del amor' pero me encanto y me recordo mucho a Dear John :)
ResponderEliminarBesos*
Lo peor es que cuando Jon vuelva a por ella, ya no estará:(
ResponderEliminarLas despedidas son unas de las peores cosas que hay en este mundo :(
ResponderEliminarMuchísimas gracias por pasarte y por comentar! Un beso :)
A veces los finales más tristes son los que más enternecen el corazón. Muy bonito. Me quedo por aquí a seguir cotilleando tu blog :)
ResponderEliminarOMG, que triste:(
ResponderEliminaru.u
ResponderEliminaruna mezcla extraña :c
No me gustan las despedidas ¬¬
ResponderEliminarOjalá esa despedida solo hubiera sido un hasta pronto... triste y a la vez gran texto, te sigo linda :)
ResponderEliminarJo que triste despedida... ):
ResponderEliminarEstoy con Mandarina, las odio...
UN beso, me encanta como escribes te sigo **
Los finales tristes son esos que siempre marcan el corazón (lo rompen, lo cosen, y dejan la marca para no dejarnos olvidar tranquilos)
ResponderEliminar(plumas carmesíes,
quizá tintadas con sangre)
Las despedidas siempre son tristes... ¿No podría ser un hasta luego? Un beso
ResponderEliminarLas despedidas son horribles :(
ResponderEliminarOh, no. Qué no se vaya. Pobre Emily, conozco de sobra ese sentimiento...
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