Stéphane no podía dejar de mirarla. Se había quedado amartelado por su melena bermeja con rizos perfectamente definidos que le rozaban sus caderas, por sus ojos grises como la bruma de una mañana de noviembre, por sus labios descomedidamente rojos... Todo en ella era perfecto. Acarició su rosada mejilla derecha. Rozó con la punta del dedo índice sus labios. Recorrió con la mirada el ajustado vestido rojo pasión que realzaba su figura. Aquella desconocida había despertado en él un deseo incontrolable. Ansiaba besarla, tomarla entre sus brazos, amarla, escuchar su voz... Aquella voz que lo había embrujado.
— ¿Cómo te llamas?
La joven, sin pronunciar palabra, sujetó su rostro y le besó. Él, estupefacto, sintió un escalofrío placentero. Sus labios sabían a gloria, su olor era estimulante y las manos que acariciaban su cara eran suaves y cálidas. Ella se apartó, de repente, y él se desplomó en medio de aquella calle parisina.
— Marion —respondió ella al cadáver.
Caminó hasta llegar a la orilla del río Sena mientras entonaba una vieja canción sobre demonios y noches de placer prohibidas. Se tiró de cabeza al río. Sacó la cabeza hasta la superficie, sintiendo como sus piernas se transformaban en una larga cola de escamas grisáceas. Ya no llevaba el vestido puesto. No había nada más satisfactorio para una sirena que recorrer el mundo bajo el agua. Se sumergió de nuevo, perdiéndose en las profundidades de aquel río iluminado por la luna llena y las estrellas.
(El relato lo escribí para el e-book de Sirenas de la Srta. While, que podéis descargar AQUÍ)
oh es maravilloso! jamas pense que terminaria asi!
ResponderEliminarbesos!
Qué relato tan bonito, aunque a mi no me gustaría que me dejaran el corazón roto así, marchándose después de un beso.
ResponderEliminar(un abrazo :)
no me había imaginado que era una sirena jiji
ResponderEliminarme gusta, todo. Y lo que me intriga es saber qué pensará él, después de eso.
(yo también participé)
destellos
de luciérnaga.
Adoro las sirenas y este relato me ha encantado.
ResponderEliminarUn tarro lleno de palabras maravillosas, de esas que te roban una sonrisa.
Me ha encantado, cuánto transmites (:
ResponderEliminarUn beso enorme.
Pues, aunque el final ha escocido un poco, no sé, me ha parecido precioso :)
ResponderEliminarJá! yo lo había leído en el e-book de While. Y a la primera me encantó.
ResponderEliminarBesitos de miel c:
Hola,preciosas letras van desnudando la profunda y pura belleza de este blog,si te va la palabra elegida, la poesía,te invito al mio,será un placer,es,
ResponderEliminarhttp://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen día, besos trovadores...
De verdad que ME ENCANTO el relato y el tema de las sirenas y esta claro que Marion es especial..
ResponderEliminarBesos*
Me encanto este relato, es inesperado, ya lo habia visto en el e-book de sirenas, besos! :)
ResponderEliminarPreeeecioso :)Esta chica se sabía que tenía algo tras la espalda además de su rizado pelo... una cola de sirena.
ResponderEliminarEmbrujada me he quedado yo con tus palabras (mientras el ebook se descarga!)
ResponderEliminar: )
Lo leí en el e-book, es genial!
ResponderEliminarUn beso enorme :)
Yo también lo había leído en el e-book, y es fantástico :) ¡Cómo adoro a las sirenas! Casi participo yo también, pero estaba en una época difícil y no me salía nada (¡Pues vaya!)
ResponderEliminarplumas brillantes,
como escamas bajo el sol
Tienes un blog realmente bonito, y a pesar de la belleza estetica, escribes maravillosamente :)
ResponderEliminarte sigo sin dudarlo preciosa, aqui tienen una nueva y fiel seguidora!
te pasas por mi blog? si te gusta sigueme vale?
Un besazo
Eh... En vez de "punta" has puesto "puta" xD Me he acordado de las sirenas de Piratas del Caribe, esa escena en la que besa al chico... Nunca me creí el rollo romántico de "La sirenita" ¡sabía que había gato encerrado! (¿O pez?)
ResponderEliminar=) Me ha gustado. El embrujo de los seres mitológicos atrapa a cualquiera.